La noche se presenta mágica
en Sevilla. Mientras la ciudad duerme, campanas y clarines romperán el silencio
de la medianoche desde el campanario de la Giralda, anunciando la onomástica
del Apóstol San Pedro.
Antigua tradición sevillana
recuperada en 1986 por D. Rogelio Gómez y D. Antonio Burgos, con la
colaboración del Canónigo de la Catedral, D. Federico María Pérez Estudillo y
de la Banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Sol, dirigida por
entonces por D. Eusebio Álvarez-Osorio Rojas-Marcos, las Lágrimas de San Pedro
rememoran la entrada triunfal en Sevilla la noche del 29 de junio, allá por el
siglo XV, del infante Don Fernando tras la conquista de Antequera, motivo por
el que se le recibió con regocijos, repiques y luminarias.
A las doce de la
noche, el toque de los clarínes de la Banda del Sol se repetirá tres veces
(como tres fueron las Negaciones de San Pedro) desde cada una de las cuatro
caras de la Giralda: comenzarán en dirección al Alcázar; a continuación mirando
hacia el Aljarafe; seguidamente hacia la Plaza de San Francisco; y finalizarán
hacia la Plaza de la Virgen de los Reyes donde, mientras tanto, harán guardia
ante la Puerta de los Palos siete Alabarderos, dispuestos en diferentes figuras
de formación, una de ellas imitando la del Giraldillo.
Se repetirá a las 9:30
horas de la mañana y también a las 12:00 horas, precedido en esta ocasión por
un Bando que partirá a toque de timbal desde la Puerta del Perdón y recorrerá
los aledaños del Templo Catedralício, haciendo su entrada por la Puerta de los
Palos, poniendo fin al acto.
Cabe destacar que,
previamente a cada uno de los toques, el Cuerpo de Clarineros y Alabarderos
rendirá pleitesía a la imagen de Nuestra Señora de los Reyes, Patrona de la ciudad
y de la Archidiócesis de Sevilla.
Redacción: Pepe Cruz
Twitter: @PepeCruzdeSoL